GASOLINA LOW COST
Todo lo que necesitas saber sobre las gasolineras Low Cost
Las gasolineras Low Cost ya suponen el 25% del total. ¿Es perjudicial su producto? ¿Por qué son tan baratas?
Son hijas de la crisis, de la situación que
vivió el mundo estos últimos ha años y que obligó a la población a hacer
maniobras para ahorrar céntimos de cualquier práctica habitual como,
por ejemplo, poner gasolina. Las gasolineras Low Cost han florecido en España, y en otros países de Europa, como alternativa a las de grandes petroleras. Han crecido de manera desmedida y ya suponen el 25% del total en España y en las que es posible ahorrarse hasta 20 céntimos por litro.
Hay distintos tipos de gasolinera Low Cost. Existen las estaciones de servicio que, para competir con las grandes marcas, bajan su precio y ofrecen un carburante un poco más económico que el de, por ejemplo, Repsol, BP o Cepsa. También se han hecho comunes las gasolineras de hipermercados, que venden gasolina, prácticamente, sin recibir beneficio porque la usan de gancho para atraer a compradores hacia sus instalaciones. Además, suelen dar descuentos con la recarga del depósito.
A parte de las antes mencionadas, en polígonos a las afueras de las ciudades se pueden encontrar gasolineras de marcas blancas, que son una red de centros creados por las grandes petroleras para competir con las otras Low Cost. Las Red Ahorro de Cepsa son un ejemplo. Por último, las más criticadas, las desatendidas, que son aquellas sin personal en las que el propio cliente reposta y paga con tarjeta.
La mayoría de de centros de bajo coste se ubican en polígonos industriales o fuera de los núcleos urbanos porque el coste del suelo es más barato que en el centro de las urbes. En España, la provincia de Lleida es la que más oferta tiene en su territorio y Catalunya en general está llena de gasolineras Low Cost. La Comunitat Valenciana y Murcia son las siguientes en la lista.
Los aditivos son sustancias químicas, añadidas en pequeñas proporciones al combustible, con propiedades detergentes y lubricantes. Las grandes marcas hacen uso de ellos para crear su oferta de carburante y su uso es beneficioso para el motor, ya que proporciona un mejor consumo y rendimiento.
En esencia los componentes son los mismos y son las compañías las que invierten, investigan y eligen qué aditivos poner para mejorar su calidad. En ocasiones, es el mismo CHL el que introduce los aditivos siguiendo las instrucciones de las marcas.
El principal factor, sin embargo, es la reducción de personal. Aproximadamente, el 60% de los costes de una gasolinera viene del personal. Si, como es el caso de muchas Low Cost, son desatendidas, el gasto se reduce de manera exajerada y la ventaja es importante. Los centros desatendidos apenas tienen gastos y se pueden permitir ofrecer hasta un precio un 20% menor que las grandes marcas.
Los beneficios del combustible tratado aparecen tras un largo uso de los mismos. Repostar de manera continuada en gasolineras de grandes marcas, que proveen carburante con aditivos, favorece el rendimiento del motor y su eficiencia al garantizar su correcto funcionamiento, limpieza y lubricación y, en consecuencia, son más recomendables que el barato. Es elección de cada conductor elegir qué prefiere.
Hay distintos tipos de gasolinera Low Cost. Existen las estaciones de servicio que, para competir con las grandes marcas, bajan su precio y ofrecen un carburante un poco más económico que el de, por ejemplo, Repsol, BP o Cepsa. También se han hecho comunes las gasolineras de hipermercados, que venden gasolina, prácticamente, sin recibir beneficio porque la usan de gancho para atraer a compradores hacia sus instalaciones. Además, suelen dar descuentos con la recarga del depósito.
La mayoría de de centros de bajo coste se ubican en polígonos industriales o fuera de los núcleos urbanos porque el coste del suelo es más barato que en el centro de las urbes. En España, la provincia de Lleida es la que más oferta tiene en su territorio y Catalunya en general está llena de gasolineras Low Cost. La Comunitat Valenciana y Murcia son las siguientes en la lista.
¿Dañan el motor?
Es la pregunta del millón. Las malas lenguas se apoyan en esta afirmación para restar popularidad a estas gasolineras pero lo cierto es que el carburante barato no es perjudicial para el motor. La principal diferencia con el que ofrecen Repsol o BP, por citar algunas grandes marcas, reside en el uso de aditivos para lubricar y limpiar el motor.Los aditivos son sustancias químicas, añadidas en pequeñas proporciones al combustible, con propiedades detergentes y lubricantes. Las grandes marcas hacen uso de ellos para crear su oferta de carburante y su uso es beneficioso para el motor, ya que proporciona un mejor consumo y rendimiento.
La gasolina barata es, en esencia, la misma que la de las grandes marcas pero sin aditivos.La base, es decir, la gasolina o el gasóleo es el mismo. La ley impone unos estandáres de calidad que todos deben cumplir y unos requisitos necesarios para su comercialización, que no permite ningún combustible dañino para el vehículo. El Centro Logístico de Hidrocarburos (CHL) se encarga de controlar el mercado de distribución y asegura que el carburante sea de calidad.
En esencia los componentes son los mismos y son las compañías las que invierten, investigan y eligen qué aditivos poner para mejorar su calidad. En ocasiones, es el mismo CHL el que introduce los aditivos siguiendo las instrucciones de las marcas.
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