Comienza la ‘gran batalla’ entre Guardiola y Mourinho en la Premier
El exentrenador de Bayern y Barça será presentado oficialmente el domingo 3 de julio en Manchester
MundoDeportivo
Pep Guardiola anunció a principios de este año su salida del Bayern tras tres temporadas en las que solo la Champions pudo resistírsele. Una decisión que justificó de la siguiente forma: “Quiero entrenar en la Premier”. Después de meses de reflexión, finalmente el técnico de Santpedor decidió fichar por el Manchester City de Txiki Begiristain y Ferran Soriano, dos personas de su más absoluta confianza con las que trabajó en Barcelona. Y es que, a pesar de tener otras propuestas sobre la mesa, los citizens le ofrecían a Pep algo que no había tenido ni en Alemania ni en cualquier otro club: una página en blanco.
A diferencia del City, la idiosincracia del club bávaro se convirtió en algunas ocasiones en un obstáculo para Guardiola. Las figuras históricas del Bayern tienen voz y voto en la mayoría de decisiones, por lo que la relación no estuvo exenta de conflictos. Beckenbauer o Kahn son solo algunas de las leyendas que no tardaron en cuestionar el sello Guardiola cuando los resultados no acompañaron al equipo. En el Etihad, en cambio, el entrenador catalán asumirá el reto de convertir al City en un club hegemónico, con una filosofía de juego muy marcada y con un potencial de mejora amplio. Para ello, además, dispondrá de todas las facilidades. No solo porque la fuente de recursos económicos esté abierta por el jeque del Manchester City, Mansour bin Zayed, sino porque Guardiola tendrá plenas capacidades para decidir en el plano deportivo.
De ello ya hay constancia, dado que el fichaje de Gündoğan es una petición expresa del extécnico azulgrana. Como ya hiciera en su día en el Bayern con la incorporación de Thiago Alcántara, Pep Guardiola quiere atar cuanto antes el jugador que será, a la postre, su prolongación en el terreno de juego. Estos ejemplos, no obstante, encuentran su origen en Barcelona. Cuando Guardiola aterrizó en el primer equipo del Barça en 2008, una de las primeras cosas que realizó fue hablar con Xavi Hernández para pedirle que no se marchara del Camp Nou. Por aquel entonces, el de Terrassa iba a ser, junto a Iniesta y Messi, una parte esencial de la piedra angular de su proyecto. La historia, por lo tanto, se vuelve a repetir. El ex del Dortmund, un futbolista organizador con visión e inteligencia para leer los partidos, es la apuesta de Pep para dominar el centro del campo.
Su homólogo en el banquillo del Manchester United, José Mourinho, ha iniciado su proyecto deportivo en Old Trafford con la llegada de Eric Bailly, un defensa con mucho futuro pero que denota la preocupación de Mou por reforzar la parcela más próxima al área propia. Además el portugués ya ha dado sus dos primeros golpes de mercado, uno de ellos a base de talonario al desembolsar 42 millones por el delantero armenio Henrikh Mkhitaryan, pero el más importante se ha producido a coste cero, la llegada de Zlatan Ibrahimovic al cuadro ‘red devil’. El fichaje del sueco supone un revulsivo para una afición que en los últimos dos años no ha podido levantar cabeza ante el pobre juego del equipo entonces dirigido por Van Gaal pese a los numerosos fichajes realizados y la gran inversión que realizó el club por dos veranos consecutivos. Además, el atacante ex del PSG será el gran aliado de Mourinho en el terreno de juego en su ‘batalla contra Guardiola’, persona a la que ya ha demostrado en varias ocasiones no tener mucho aprecio después de haberle tenido como entrenador durante una campaña en el Barcelona.
Dos estilos, y dos maneras antagónicas de ver el fútbol aunque ambas son garantía de éxito si miramos al pasado. La batalla económica entre estos dos gigantes acaba de empezar. La guerra futbolística, lo hará en pocos días. Veremos quién se lleva el gato al agua.
A diferencia del City, la idiosincracia del club bávaro se convirtió en algunas ocasiones en un obstáculo para Guardiola. Las figuras históricas del Bayern tienen voz y voto en la mayoría de decisiones, por lo que la relación no estuvo exenta de conflictos. Beckenbauer o Kahn son solo algunas de las leyendas que no tardaron en cuestionar el sello Guardiola cuando los resultados no acompañaron al equipo. En el Etihad, en cambio, el entrenador catalán asumirá el reto de convertir al City en un club hegemónico, con una filosofía de juego muy marcada y con un potencial de mejora amplio. Para ello, además, dispondrá de todas las facilidades. No solo porque la fuente de recursos económicos esté abierta por el jeque del Manchester City, Mansour bin Zayed, sino porque Guardiola tendrá plenas capacidades para decidir en el plano deportivo.
Su homólogo en el banquillo del Manchester United, José Mourinho, ha iniciado su proyecto deportivo en Old Trafford con la llegada de Eric Bailly, un defensa con mucho futuro pero que denota la preocupación de Mou por reforzar la parcela más próxima al área propia. Además el portugués ya ha dado sus dos primeros golpes de mercado, uno de ellos a base de talonario al desembolsar 42 millones por el delantero armenio Henrikh Mkhitaryan, pero el más importante se ha producido a coste cero, la llegada de Zlatan Ibrahimovic al cuadro ‘red devil’. El fichaje del sueco supone un revulsivo para una afición que en los últimos dos años no ha podido levantar cabeza ante el pobre juego del equipo entonces dirigido por Van Gaal pese a los numerosos fichajes realizados y la gran inversión que realizó el club por dos veranos consecutivos. Además, el atacante ex del PSG será el gran aliado de Mourinho en el terreno de juego en su ‘batalla contra Guardiola’, persona a la que ya ha demostrado en varias ocasiones no tener mucho aprecio después de haberle tenido como entrenador durante una campaña en el Barcelona.
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