05 October 2014
Castor: Parasitar las Rentas de los Ciudadanos
Written by XSiM
En
las economías de mercado que funcionan, las empresas toman inversiones
arriesgadas. Cuando salen bien, se quedan con los beneficios. Y cuando
salen mal, se tragan las pérdidas. Si las pérdidas son muy grandes, van a
la quiebra y cierran las puertas. Así es como el capitalismo elimina
las malas ideas del sistema y se queda con las buenas. De hecho, este es
uno de los mecanismos que aseguran que el sistema capitalista es
superior a todos los otros sistemas económicos que han existido hasta
ahora.
En
algunos países, muchas empresas viven del favor del estado, de la
regulación del BOE, de la influencia política, de la protección de los
amigos del sector público. Esto viene a colación porque el pasado
viernes, en España, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría anunció
que el Estado pagará unos 1.350 millones a una empresa privada que
intentó construir un almacén de gas que acabó saliendo mal (un almacén
bautizado como proyecto Castor que generó terremotos en las costas de
Alcanar y Vinaròs). En vez de perder el dinero invertido y enfrentarse a
la quiebra, que es lo que dictarían las reglas del mercado libre, el
Estado compensará las pérdidas a esta empresa. Y no lo hará con dinero
que la señora Soraya y sus colegas pondrán de su propio bolsillo. Lo
hará con los impuestos que el Estado expropiará a los contribuyentes
durante los próximos 30 años. ¡Sí! Lo habéis leído bien: ¡30 años!
Esta
es una demostración más de que la española no es una economía de
mercado sino que más bien es lo que César Molinas bautizó como
“capitalismo castizo”: un capitalismo en que algunas empresas utilizan
el poder del Estado para robar el dinero del contribuyente en beneficio
propio. Un capitalismo en que, en lugar de ir a la quiebra y dejar
lugar a quien pueda hacer las cosas mejor, algunas empresas consiguen
sobrevivir y enriquecerse gracias al favor político.
Molinas asegura
que muchas de estas relaciones se forjan en el Palco del Santiago
Bernabéu. ¿El Palco del Santiago Bernabéu, dice usted? ¡Caramba! ¡Qué
casualidad! Resulta que la empresa rescatada ayer por el Estado y que
recibirá 1.350 millones de euros es una empresa que se llama Escal UGS y
está participada en un 66,7% para ACS. ¿Y quien es el propietario de
ACS? Pues (sorpresa, sorpresa) don Florentino Pérez, amo y señor del
Real Madrid. ¡Miren qué casualidad! ¡Al final resultará cierta la
sospecha de Molinas y que el Palco del Bernabéu es el epicentro del
capitalismo castico español!
El
espectáculo ministerial del pasado viernes es una nueva demostración
que el sistema económico español no tiene nada que ver con un modelo
económico liberal de mercado sino más bien con un sistema en el cual
unos cuantos listillos consiguen, a través de relaciones incestuosas con
el poder político, parasitar las rentas de los ciudadanos.
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